Araña tigre (Scytodes globula)















En nuestros Acantilados podemos encontrar de todo como en botica. Si por parajes no muy lejanos a ellos, se habla de la presencia de una pantera, por qué no iban a contar los Acantilados también, con su felino andorreando por sus parajes. Aunque, a decir verdad, dicho felino haya tomado cuerpo en un ser infinitamente más pequeño.
Carente de la envergadura y peligrosidad del felino al que hace referencia, esta araña recibe dicho nombre por sus colores negros y amarillos.
No es muy abundante pero debido a la longitud de su tela es fácilmente visible, pues ésta puede llegar a medir hasta un metro de diámetro. Normalmente encontraremos en medio de dicha tela a la hembra de la especie, fácilmente distinguible porque presenta un gran dimorfismo sexual: macho de 6 mm y hembra de 25 mm.
La araña tigre prefiere las zonas arbustivas con vegetación densa alejadas de los caminos transitados; donde se alimentará de insectos que hayan tenido la mala suerte de quedar atrapados en su resistente tela, y del que dará cuenta en cuestión de minutos.
Aunque de apariencia que impone, y pese a su nombre, que nos transmite un cierto temor; si nos picara no iría más allá del dolor que sentimos cuando nos pica una abeja; otra cosa sería si presentamos algún tipo de cuadro alérgico relacionado con los insectos.
¡Intrépido caminante, abre bien los ojos cuando pasees por los Acantilados, porque sin saberlo, estás siendo observado por un tigre!

1 comentario:

  1. Ayer vimos una parecida por la Sierra Canucha. Jero la fotografió, seguramente la pondrá en la crónica.

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