Ramburiella hispanica














Hablar de saltamontes, es hablar de problemas en el campo, de plagas divinas que ordenaron los dioses para liberar pueblos, que por desgracia para otros pueblos, nada aprendieron de sus experiencias libertadoras, y se han convertido tristemente en pueblos opresores y genocidas. No deseamos plaga alguna para esos pueblos, por que está demostrado, que al final, las plagas se ceban en las clases menos afortunadas, que son las que menos poder de actuación tienen cuando sobreviene una plaga o una catástrofe; pues para las clases altas no hay plagas ni catástrofes que alteren su elevado estilo de vida.

Nuestro protagonista no cuenta con buena literatura, ya sea por que es un insecto, ya sea por su voraz apetito, que cuando se juntan en grandes cantidades, acaban con cualquier atisbo de hierba que se encuentren a su paso, sin distinguir entre cultivo o pradera. La verdad que por los Acantilados, será difícil que lleguen a ser plaga, pero bueno, esto nunca lo podemos predecir, cuando estamos a merced de dioses tan veleidosos. 

La “Ramburiella”es una especie de saltamontes propia de los espartales y gramíneas, muy resistentes a la aridez ibérica y pre-sahariana. Como buen saltamontes que es, no podemos centrarnos sólo en su aspecto más negativo de las plagas, debemos comprender que también ayudan a la descomposición de la materia vegetal y devuelven los nutrientes al suelo, a través de sus excrementos. Sin llegar a ser tan significativos como abejas, abejorros o mariposas, contribuyen también a la polinización de ciertas plantas, sobre todo en zonas donde los primeros son escasos. 

En los Acantilados cuesta incluso, observar actualmente, a estos saltarines por sus laderas y praderas. Esperemos que las lluvias caídas, sean el presagio de un renacer de la Naturaleza, y que los saltamontes campen por sus anchas por todos los rincones, que se reproduzcan sin ton ni son, y que los Acantilados se conviertan en una inmensa granja de saltamontes, productora de ingentes cantidades de proteínas, sin necesidad del gasto de grandes cantidades de agua, ni emisiones de abundantes gases de efecto invernadero, para poder alimentar a todas las poblaciones cercanas. Conformarían junto a aguacates, mangos y productos de invernaderos, otra fuente importante de alimentación. ¡Todo no iba a ser tan negativo!

Así que audaz caminante que recorres estos Acantilados, podrás recolectar, si esta predicción se cumpliera, saltamontes para tus ensaladas y guisos, al igual que lo haces con caracoles o setas, pero está atento a las primeras abundantes apariciones, por que si éstas se van repitiendo con asiduidad, vendrán los grandes fondos de inversiones a explotar el negocio, y fin de la recolección artesanal. ¡Así que ojo avizor!


 

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