Nos encontramos ante una de esas plantas repleta de propiedades, utilizada y consumida, como tantas otras, desde la Antigüedad. Conocíamos el uso culinario de su pariente el “hinojo común”, para aderezar las salmueras de las aceitunas y dar sabor a ciertos potajes. Pero desconocíamos el uso culinario del hinojo marino. Pero para eso está, el hacer una entrada sobre el hinojo marino, y leer y documentarte sobre esta planta cercana y desconocida.
Desde pequeño siempre asocié al hinojo común, para darle sabor a los potajes de lentejas y arroz. Era mi padre quien manifestaba su predilección por comer algunos de esos potajes con hinojos. Así, que cuando salíamos al campo y era la época idónea para su recolección, regresábamos con un manojo de hinojos. ¡Para los días posteriores no había sorpresas en el menú: o lentejas o arroz.
Nosotros que siempre recolectábamos los productos que el campo daba, según la época, no sabíamos que existía este hinojo de mar; quizás por que éramos recolectores de productos de interior (hinojos, espárragos, setas….). Nunca nos acercábamos al mar, para ver qué nos podía ofrecer.
Si el consumo del hinojo común en la gastronomía familiar actual, es prácticamente nulo, qué vamos a decir del uso culinario del hinojo marino. Actualmente, uno y otro están postergados a los documentos que nos hablan de sus propiedades, y a la memoria de ciertas generaciones que aún conservan en algún recóndito lugar de su cerebro, los recuerdos olfativos y gustativos de ambas.
Su nombre latín Crithmum maritimum del griego krithe (cebada), proviene de sus frutos que tienen la forma de una semilla de cebada y con la capacidad de flotar sobre el agua y maritimum porque suele vivir en zonas cercanas al mar, ¡esto era obvio! También se conoce con una multitud de nombres, entre los que destacan: hinojo marino, hinojo de mar, perejil de mar, pastinaca marina, perejil de la isla, cenojo de mar o cresta marina. ¡Nombres tampoco le faltaba!
En los Acantilados se encuentran en la franja litoral. Sobre todo en roquedos y playas. No es muy abundante pero es fácil su localización. Por vivir en condiciones extremas de salinidad no tiene competidor natural, y suele vivir acompañadas de otras especies halófilas, como las siemprevivas.
Los dos párrafos anteriores me han quedado, según los cánones de la descripción de las plantas, totalmente correctos y muy científicos. ¡Alguna vez tenía que ocurrir!
Así que osado y perspicaz caminante que en tus andanzas te acercas a la orilla del mar, o a los roquedos sacudidos por el fuerte oleaje; acuérdate de que son los lugares idóneos para contemplar esta peculiar, desconocida y beneficiosa planta.
Jerónimo.
ResponderEliminarEn Mallorca en muy común su consumo aún hoy en día, tanto que hace unos cuantos años tuvieron que restringir su recogida ya que lo pusieron en peligro de extinción en la isla. Se consume como encurtido, como pepinillos, alcaparras... Yo mismo lo he comido varias veces y, la verdad, me gustaba.